Una luminosa mañana en el zoológico de Bristol, todos estaban emocionados con la noticia de que había nacido una cría de tití león dorado. Era un pequeño mono adorable con pelaje dorado brillante. Sus padres, dos leones dorados adultos, estaban muy orgullosos y felices. Lamieron y abrazaron a su bebé recién nacido.
Los cuidadores del zoológico también estaban muy contentos. Sabían que los leones dorados eran una especie muy rara en riesgo de extinción. El nacimiento de un bebé fue una noticia maravillosa, lo que significó más posibilidades para la supervivencia de los leones dorados.
En los primeros días, el bebé mono fue cuidado con ternura por sus padres. Todavía demasiado pequeño para alimentarse por sí mismo, sus padres tuvieron que cazar y traer comida. Aunque agotados, fueron proveedores diligentes.
Poco a poco, el bebé se hizo más fuerte y sano. Comenzó a caminar y explorar sus alrededores. Al personal del zoológico y a los visitantes les encantó observar sus tambaleantes primeros pasos. Esperaban que este pequeño león dorado siguiera prosperando y ayudara a preservar esta rara y preciosa especie.