Era un día común para el rescatista, quien acababa de concluir su carrera matutina y se dirigía de vuelta a casa. Sin embargo, su rutina estaba a punto de ser interrumpida al notar una aglomeración de personas frente a la Escuela Central. Movido por la curiosidad, se acercó a la reunión solo para encontrarse con una escena desagradable. Una gran cantidad de basura estaba esparcida por toda la zona, y la gente rebuscaba entre ella en busca de algo valioso.
Al acercarse, escuchó un leve gemido. Siguió el ruido hasta que encontró a un cachorrito tirado en el suelo, gritando de dolor. El pobre estaba herido y su pata trasera sangraba profusamente. La madre gemía suavemente, pero la gente a su alrededor parecía ajena a la agonía del cachorro. Estaban demasiado ocupados con sus propios asuntos.
El rescatista no pudo ignorar la difícil situación del cachorro. Sabía que tenía que hacer algo para ayudarlo. Lo levantó y corrió al veterinario más cercano, quien se ocupó de la herida y le dio algunos medicamentos. Pero como era un cachorro callejero, no tenía a nadie que lo cuidara y estaba demasiado débil para moverse.
El rescatista simplemente no podía dejarlo allí, así que decidió llevárselo a casa. Cuando llegó a casa, llamó a uno de sus amigos, que también es amante de los perros y dirige una ONG para animales callejeros. Le explicó la situación y su amigo inmediatamente se ofreció a brindarle tratamiento, medicamentos y comida gratis para el cachorro durante los próximos días.
Cuidaron juntos al cachorro y su amigo iba a su casa con comida y medicinas. Sabían que tenían que turnarse para cuidar al cachorro. Poco a poco el cachorro empezó a recuperarse. Sus heridas comenzaron a sanar y se volvió más enérgico. Pronto llegó el momento de devolverle el cachorro a su madre.
Lo llevaron de regreso a donde lo encontraron y lo reunieron con su madre. Unos días después, el cachorro pudo valerse por sí solo. Esta experiencia le enseñó al rescatista que, aunque algunas personas pueden no ser conscientes de la difícil situación de los animales, todavía hay quienes están dispuestos a intervenir y marcar la diferencia. Espera que esta historia inspire a otros a hacer lo mismo y ayudar a los animales necesitados.