Cuando hablamos de gigantes del mundo acuático, solemos pensar en criaturas marinas como tiburones, delfines o ballenas. Sin embargo, incluso en los ríos de agua dulce, te sorprenderá el inmenso tamaño de ciertas especies de peces.
Uno de esos gigantes asombrosos es el Arapaima, también conocido como el “monstruo de agua dulce” de la región amazónica. Descubierto por el biólogo suizo Louis Agassiz en 1829, el Arapaima (también llamado “pirarucu gigante” o “pirarucu”) se encuentra en las regiones tropicales de América del Sur y es considerada una de las especies de peces de agua dulce más grandes del mundo.
Algunos individuos de esta especie pueden alcanzar tamaños extraordinarios, pesando hasta 200 kg y midiendo 3 metros de longitud. Se han documentado casos de ejemplares de Arapaima que miden 4 metros de largo y pesan 300 kg.
Debido a esto, muchos pescadores ávidos a menudo se susurran entre sí que al cazar este pez hay que evitar asustarlos. Sólo cuando los veas salir a la superficie y nadar suavemente debes intentar atraparlos. A pesar de su enorme tamaño, los peces Arapaima son bastante tímidos. Cuando se asustan, se agitan y expulsan agua con fuerza como una forma de mostrar su apariencia.
Una característica distintiva del Arapaima es su capacidad para respirar aire tragándolo de la superficie del agua. Además de las branquias, este pez “extrae” oxígeno del aire mediante un órgano laberíntico situado en su garganta, que funciona como los pulmones de los animales terrestres.
Los Arapaima jóvenes tienen escamas de color gris plateado, un cuerpo redondo y alargado y sus cabezas se parecen a las de los lucios. Los Arapaima adultos tienen una coloración marrón grisácea más oscura con un brillo metálico. Las escamas de su aleta dorsal, caudal y anal exhiben manchas rojas o anaranjadas, lo que las hace aún más notables.
Los arapaima pueden sobrevivir durante las estaciones secas o en condiciones de falta de oxígeno en las zonas inundadas del Amazonas enterrándose en la arena fangosa de los pantanos y respirando por la boca. Sin embargo, esta actividad de respirar aire debe realizarse cada 5 a 15 minutos.
Otra característica notable del Arapaima es su capacidad para respirar tragando aire de la superficie del agua.
Su dieta diaria se compone de peces, crustáceos y pequeñas criaturas cercanas a las costas. Sin embargo, ocasionalmente, los Arapaima demuestran su fuerza saltando varios metros sobre el agua para atrapar presas como serpientes o pájaros.
El pirarucu posee dientes afilados para destrozar a su presa. En consecuencia, mucha gente lo considera el principal depredador entre las especies de peces del Amazonas.
Al igual que otras especies de peces, el Arapaima exhibe un comportamiento reproductivo único. Después de que la hembra deposita sus huevos en un nido, el macho los fertiliza y los lleva en la boca durante los primeros cuatro meses. Cuando en mayo comienza la temporada de lluvias y el nivel del agua aumenta en lagos y estanques, las crías eclosionan y comienzan su vida en el entorno inundado.
Durante este tiempo, los padres controlan a las crías liberando una feromona que atrae y mantiene a las crías cerca, asegurando que no se pierdan.
A pesar de su enorme tamaño, los peces Arapaima son muy buscados con fines ornamentales debido a su hermosa forma y sus llamativos colores. Los residentes de América del Sur suelen optar por criarlos como peces decorativos. Además, a la gente del sudeste asiático, particularmente en Tailandia, también le gusta criar este pez.
Debido a su uso como fuente de alimento y su reputación como manjar en la región sudamericana, el pez Arapaima enfrenta una caza intensiva y está en riesgo.
Además de aportar una carne deliciosa y dulce para el consumo, sorprende que la lengua del Arapaima sea un ingrediente imprescindible