Recientemente, los cuidadores del zoológico de Primorye Safari Park pusieron una cabra llamada Timur (que en ese momento no tenía nombre) en la jaula de Amur, el tigre siberiano, esperando que estuviera vivo. Sorprendentemente, Amur no atacó a Timur.
Esto molestó a los cuidadores de los animales, ya que Amur nunca había mostrado tal comportamiento durante sus comidas quincenales con animales vivos. “Nadie le enseñó a la cabra a tenerle miedo al tigre. Entonces, Amur decidió no meterse con la cabra miedosa y no se la comió”, explicó el parque.
Desde que Timur salió del recinto de Amur, los dos han sido inseparables. En lugar de comer carne viva, el tigre ha estado consumiendo carne cruda, y los cuidadores del zoológico esperan si volverá a su antiguo comportamiento o cuándo. Mientras tanto, Amur sigue siendo protector con su nuevo amigo.
Según uno de los funcionarios del parque, Amur “le siseó a un empleado que alimenta a los tigres, como si le dijera: ‘Oye, nunca te acerques a mi amigo’. Antes de eso, nunca mostró ninguna agresividad hacia el personal”. Timur y Amur están demostrando ahora que la amistad puede florecer en las circunstancias más esperadas.